I gran reto mastrinkais
Muy por encima de su capacidad física y sus locuras, la calidad humana y sobre todo la ilusión con que se plantean los retos, hace de un mastrinkais algo especial. Por momentos, un terremoto emocional endemoniado sacude sus ideas. Después, una cinta de seda rodea esa bomba de relojería a punto de estallar. Se lanza el reto… YO VOY.
Con mucho respeto nos presentamos en Padules. Queremos participar de esta iniciativa y colaborar con su éxito. Aunque alguno (Carlitos el ciclista equilibrista) sucumba al hechizo embriagador que provoca el zumo de cierto cereal. Vamos, que se pasó la noche de marcha, jaja.
El recorrido se las trae. Casi 100km con desnivel acumulado de 3000m. Para los menos osados, un recorrido alternativo de 60km. Javi y Franci piensan en la corta. A Kiko le apetece la larga.
En la cola del grupo no hay competición. Poco a poco reconocemos y saludamos a compañeros bikers de otras aventuras. Otros compañeros llegados de tierras lejanas nos piden datos de la ruta. Las fuerzas y las ganas empiezan a ser jueces ya desde el principio. En cuanto entras en calor se dispara la adrenalina.
Kiko mantiene un buen ritmo hasta que su nueva, flamante y majestuosa máquina comienza a fallar. ‘¡No puede ser! Esto se mueve demasiado… ¿y esos tornillos que hacen sueltos?’ El manillar cede. Se encuentra sin control ni dirección en medio de las rampas mas duras de la mañana… Era como ir sin manos. Salvador aparece Franci con una llave para apretar los tornillos. A partir de ahí harán juntos la carrera.
Javi se queda atrás. Sube tranquilo acompañado de los del fondo de bikini.
Un último tramo de ascenso tras el avituallamiento lleva a un largo y estresante descenso hasta fuente victoria donde, seamos sinceros, descansamos, bebimos, comimos, hablamos… nos olvidamos un rato de la bici. El descanso y el ir bien de tiempo, animaron a Franci a realizar la ruta larga. Javi tira hacia Padules a comer.
En el tramo de la ruta corta, Javi es adelantado por un loco que iba en bicicleta… ¡es el primer clasificado de la ruta larga!, ¡qué máquina!
Por la sierra de gador, la dureza no tiene tregua. Franci avisa a Kiko, ‘a la primera de cambio te me escapas’. Y es que las fuerzas van justas y los calambres a punto de desbordarse, jaja. A lo lejos se ve la figura de un aguerrido ciclista luchando cada pedalada. Por detrás hay más inocentes que se atreven con la hazaña. Son rampas duras pero… largas. (encima cachondeo)
Si la jornada fuese un plácido día de bici con su gran bocata de jamón, la cosa sería distinta. Pero sumergidos en la carrera, ¡queremos llegar ya a meta y comer!
Franci nunca pensó que sería capaz de acabar dignamente. Con eso ya tiene su victoria personal.
Excelente ambiente de bicicleta de montaña. Grandes deportistas disfrutan de una pasión común. Todos hacen grande este deporte. Volveremos a vernos.
Gracias a rafagan, de motril, por el reportaje fotográfico.
Y sobre todo, felicitar a los mastrinkais por esta iniciativa y por lo bien que salieron las cosas.
A ver si nos decidimos a hacer rutas como esta, jaja.
Calitos, nos debes una ronda de cerveza.
