
¿Jugamos? La gente deja de jugar porque se hace mayor. Yo prefiero pensar que se hace mayor porque deja de jugar. Esta locura dondebikera es la excusa perfecta para mezclar en un mismo día amistad y diversión. Amistad lejana en los tiempos en que nunca se perdía la ilusión y la inocencia.
Irremediablemente, de pequeños nos enseñan a querer ser mayores. Ahora, de mayores, estamos aprendiendo a ser pequeños.
Un mapa (¿habrá algún tesoro?); bicicleta, encontrar balizas escondidas, corre que nos pillan… El que no se imagine con nueve años por las calles de su barrio, se está haciendo mayor.

Eso ha sido hoy la prueba de orientación. Volver a ser un niño. Si además añadimos el espíritu mastrinkais, tenemos uno de los días más divertidos que he pasado en bici.
Javi-Carlitos, Kiko-Avalos y Diego-Franci eran las parejas dondebikeras. Mastrinkais, unosunos, la Cañada, Huercal, tikitakas, Robin (almeriamtb) y aficionados con ilusión completaban la parrilla de salida.
Y es que desde el principio todo olía bien. Buen ambiente, instrucciones precisas, mapas lo suficientemente claros como para que el participante solo tenga que preocuparse por ‘su orientación’. El gusanillo de la responsabilidad merodeaba y las ganas de hacerlo bien subían la adrenalina. ¿Competición? Claro que si, a ver si os creéis que cada pareja no tenía otra de la que reírse al llegar a meta. Pero trucos, secretos y el trabajo en equipo se hicieron públicos desde las mismas rampas de la peseta.

Comienza el espectáculo. Cada dos minutos salen las parejas. Los más fuertes atrapan a los que les preceden. Los menos fuertes esperan el momento en el que sus cualidades se hagan necesarias. Por las curvas, arriba, se veía la silueta de los de adelante. Atrás otra pareja avanza decidida. Cada uno con un destino, un camino distinto, todos en la misma prueba pero recorriéndola como mejor le convenía.
Unos iban, otros venían. Nos cruzábamos y volvíamos a vernos un par de caminos después. Un caos de destinos perfectamente organizado. Cuatro horas sin perder el orden. El orden caótico de una prueba de orientación.
Anécdotas hay muchas. La mala orientación y la caraja de algunos, que junto al estrés provocaba la ira de sus compañeros de equipo. Avanzadillas de seis personas monte arriba buscando una baliza que tenían a sus espaldas. Una casa en ruinas que no eran las ruinas que había que buscar. Calambres subiendo rampas; tirones al bajar de la bici. Descenso por una rambla totalmente imposible de bikear. Con todas ellas compartimos risas y cervezas en el tercer puerto… bueno, la BALIZA 11.

¿Los dondebikers? Digamos que llegaron tarde… pero llegaron, jajajajaja.
Destacaremos a la pareja Javi-Carlitos que entraron en el top ten de la clasificación.
El explorador Franci Livingston no tuvo un buen día, je je.
La avería múltiple de Kiko echó por tierra el trabajo realizado.
Diego y Avalos sufrieron más de la cuenta.
Felicidades a todos los participantes por la ilusión y compañerismo demostrado.
Mención especial a ROBIN Y PEPE BEATLE que estuvieron con Kiko en todo momento tras sus averías.
Y como no, a todos los que, de alguna manera, han hecho posible esta experiencia.
Por cierto, resuenan los ecos de la BALIZA 12 jajajaaja.
