Un día mas intentaremos llegar a ese paraje de Ubeire. Carlos (el loco de la colina con esa furgola fantástica), Diego (que poco a poco va pillando la forma a pesar de tener que atarse el ligamento cada vez que sale), Pobla (después de unas semanas sin salir por unos problemas médicos pero con muchas ganas o no,porque con el frío que hacia pocas ganas había) y Javi (como siempre con la escusa de a ver jugado el sábado al fútbol).
Las cosas empiezan raras, Javi con su sillín que le da problemas, Carlos con los pedales (días después descubrimos que le faltaba una pieza), pero ahí vamos para arriba ( a tu casa....) como siempre con risas y un ritmo suave esperando que esta vez consigamos llegar al refugio de Ubeire. El tiempo acompaña y una vez que llegamos al camino forestal, aumentamos el ritmo, Pobla acusa la inactividad pero como siempre todos unidos.
Haciendo esta ruta encontramos varios caminos para unas futuras rutas, y como siempre antes de terminar ya pensamos en rutas futuras.
Por fin llegamos a Ubeire (la ultima vez nos quedamos muy cerca), esta muy bien cuidado y nos sirvió para entrar en un refugio para comer y protegernos del frío, de repente Carlos se acuerda que se dejo una flauta de barra de pan que se había hecho en el coche, pero ahí estamos los hermanos para compartir (y para que después cuando lleguemos nos de parte de ese bocata).
La bajada se hace rápida como siempre, Carlos lanzado y los demás con calma, Diego tenia problemas con los botes de agua que se le caían y ralentizaba su ritmo. Luego teníamos una pequeña subida para llegar a nuestro inicio, la furgola y ese bocadillo de Carlos tan querido y deseado por todos.
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