VISITANDO CORTIJOS

17 enero de 2010
Parece que la vida vuelve a la normalidad. Trabajos y obligaciones dejan de lado el ambiente festivo que nos embriaga obligatoriamente. Más de tres días sin llover es extraño en el último mes. Las bicicletas hace tiempo que dejaron de ser para el verano y DONDEBIKE vuelve a rodar con el poco glamour que les caracteriza, je je.
Viñicas, Mañicas y Provisor son tres nombres que nos pueden recordar muchas cosas menos una ruta mountainbikera. Los compañeros de almeriamtb la tienen en su calendario y nos decidimos a llegar mas allá de la cadena que corta el camino de las Martillas… a las 8:00 en el farolo.
Poblator (Franci, fran replay…) no aparece; ya se le ha complicado la noche, ja ja. ¿Y Diego? Llamó ayer, que le habían robado la rueda de la bici. Mas de uno se imaginó a Diego montado en su señorita y preguntándose por qué no avanzaba, ja ja ja ja.
O sea que Kiko, Javi y Avalos salen de ruta. Encontramos caras conocidas de encuentros anteriores que obligatoriamente vuelven a surgir (grande jaima); los nombres del foro se hacen presencia, bien equipados contra el frío (¿eh, kiko?) y jalando millas.
Paseamos por la playa hasta El Alquian conversando, observando y esperando que salga el Sol. Al ver las naranjas, Pepe que encabezaba el grupo, se mete en medio del mercadillo. Pero no era por ahí, je je. Un par de indecisiones por movimientos de tierra y por fin llegamos al PITA y a darle yesca. En ese momento se aviva el ritmo. El terreno lo permite pero hay que estar atentos a los rezagados y esperar en los cruces. Poco a poco se acumulan los kilómetros (el GPS de Kiko funciona a la perfección, este no es gepese) y casi sin darnos cuenta estamos ante la cadena tras la cual un dondebiker no sabe quesloqueaay. En este punto ya nos habían abandonado varios compañeros, por compromisos y sentido común. A partir de ahora el objetivo es el cortijo de las viñicas para después abordar el cortijo del provisor y contemplar desde lejos las mañicas.
Es fascinante contemplar los restos de cortijos y huertas en medio de, podríamos decir, la nada. Signos visibles de terreno bien organizado y trabajado ocupando una superficie totalmente abrupta y de difícil acceso. Y TAN DIFICIL.
Fueron cinco kilómetros de locura. Javi y Avalos anuncian su marcha en las viñicas y Kiko sigue hasta el provisor. Hacía tiempo que no se presentaba ante caminos de semejante desnivel. Las piernas ya se quedaban cortas y había que entregar los riñones, pulmones, y hacer de tripas corazón para subir por allí… ya avisaba Pepe:’ahora empieza lo bueno’. A pesar de todo, el dondebiker se quedó con ganas de más.
Apareció en ese momento un mecanismo de defensa: si queremos que nos den de comer tenemos que bajar YA. Presas como estaban mis ganas, bajamos el camino que seguramente tanto trabajo les costaba realizar a las bestias, pero con la calma suficiente para ser mas fuerte que los baches, las piedras, las curvas y esa rambla que algún susto dio. Nos enfrentamos a la verdad, hay que rodar un rato hasta casa y ya las fuerzas flaquean a la vez que el hambre agujerea el estómago. Sin dudar un segundo, sólo una cerveza con hamburguesa puede calmar este desgaste, je je.
El fin de ruta nos deparó un pajarón del quince, pero el rebufo de un biker siempre debe proteger a los débiles y así se hizo.
Es un placer y un privilegio pedalear con grandes en ilusión.
Nos vemos en orienta-enix, Robin. Piratilla, con tu permiso me descargo alguna foto. Buen trabajo con Darian, Tonisasa.
Unos servidores… DONDEBIKE…