EL OCHO DE SIERRA ALHAMILLA

1 de abril de 2010

Con los brazos de la fiebre que aun abarcan nuestras piernas, lo hemos pensado mejor y aparcaremos (de momento) la serpiente de la ambición.
Llevamos poco tiempo sumergidos en este sano ambiente bikero (dondebikero) y poco a poco vais conociendo anécdotas e historias con las que recrearos. Lejos de cansarnos o aburrirnos, cada día aprendemos de compañeros bikers y de nosotros mismos, cosas que hacen que nos enorgullezcamos de pertenecer a esta estirpe divina del MTB.
Las bajas eran abundantes; todas por lesión. Cuatro guerreros, como dice oscarjet, ocupaban un disfraz que quizá les viniese grande, pero no querían dejar la valentía en manos de la suerte. Diego, Javi, Poblador y Kiko gastan bromas y ríen, intentando no pensar en todo lo que les queda por hacer ese día.
La carne, la barbacoa y las cervezas llegarán al terminar la ruta, pero un par de tomates si van a la mochila… por si acaso, jajaja. Primera estación, PUNTAL.
Ya sabéis, pedalear y sufrir. Lo mejor siempre llega arriba cuando se abren las mochilas, ¿alguien quiere donuts?, jeje.
Vamos que se echa el tiempo encima. Hacia Colativí. Tramo sinuoso, a veces exigente que termina por quitarte el aliento para llegar a la bola. Aparece el frío.
El descenso se hace rápido hacia Turrillas donde tenemos que quitarnos el abrigo pues el sol calentaba de lo lindo. Tomamos dirección Lucainena. Desde la carretera vemos las ruinas de las minas de principios del sigloXX y hacemos parte del recorrido que transportaba el hierro hasta Agua Amarga. Parte de ese recorrido es hoy vía verde. Además de deporte y compañerismo, estamos aprendiendo historia de Almería, je je. No queríamos abandonar este bonito tramo y decidimos tomar otro aperitivo.
Hasta ese momento no había problemas. Cumplíamos con el horario previsto y disfrutábamos del paisaje a veces fantasmagórico de cortijos y demás ruinas que dan fe de toda la vida que en algún momento ocupaba la sierra. Próxima estación, Nijar.
El rodeo que dimos, lo dificultoso del terreno y el sofocante calor hacen que empecemos a perder tiempo y lo que es peor, aparezcan los primeros problemas físicos y de flaqueza. Para otra ocasión dejamos la visita a ‘la caldera’ y la presa de ‘Isabel II’, lo de hoy ya nos lleva mucho esfuerzo.
Directos al supermercado a por jamón; el tomate que sabiamente estaba colocado en la mochila aparece… esto es un gran bocadillo, jaja. Las gentes del lugar se reían del espectáculo que habíamos montado, pero… Hay que coger fuerzas que tenemos que volver a Tabernas, subiendo Colativí por la cara norte.
Algunas bromas aclamaban la presencia de la furgondebike que nos evitara el castigo que venía. La subida a Huebro es muy dura, mucho. Lo suficiente como para que 75 km sean el final de la ruta para Diego. Todos sabemos que una retirada a tiempo no es una derrota (no hagas mucho caso de lo que oigas por ahí).
Tres quedan en ruta y ascienden lentamente hasta COLATIVI. El esfuerzo empezaba a ser grande, pero no se podía pensar en eso. Había que mirar hacia delante aunque esa bola se viera muy lejos.
EL HOMBRE DEL MAZO aparece… CON DOS MARTILLOS. Poblador cede poco a poco. Después Javi no puede seguir el ritmo. Tras alcanzar colativi hay que buscar los Góngora… vuelve a hacerse interminable el camino, pero la entrega de los tres es brutal. La única nube de toda Almería está sobre nosotros. El frío y la humedad dificultan la tarea. Menos mal que siempre hay alguien que tiene algún traspiés y pueden reír un rato.
A medida que perdíamos altura en un descenso delicado por lo inestable del terreno, el sol aparecía alegrándose de volver a vernos.
Otra vez toca disfrutar del paisaje almeriense desde otro punto de vista y con otro color…. COLORES, está todo lleno de flores, el entorno es fantástico Y AGUA EN EL DESIERTO.
El castillo de Tabernas nos da la bienvenida, y para que haya emoción hasta el final… ¡¡nos perdimos!! El camino elegido desemboca en una rambla que no dio ni un metro de tregua a la ruta.
Por fin llegamos a los coches. La idea de demarrar para terminar primero esta ruta pasó ligeramente por las cabezas… pero no era el día. Tocaba disfrutar del gran cansancio.
Una idea labrada no se sabe en que momento de locura se convirtió en cruda realidad. Vamos a tener que dejar de entrar en la página de los M3K, jajajaaja.

No sabemos discernir entre rutas y locuras. No sabemos distinguir lo complicado de lo simple. Y ésta, está en nuestra lista de jornadas a recordar… ¿como sigue?