APOSTEMOS POR... SIERRA ALHAMILLA

9 de Mayo 2010

Era un buen día para buscar una aventura. La ruta no podía ser larga, aunque si dura. Debería ser algo conocido, aunque aun no realizado. Algo que llame la atención por peculiar… APOSTAD POR NUESTRA DERROTA, JAJAJA
Avalos espera preguntándose cual sería el destino. A lo lejos Kiko le grita que se suba en la bici… ‘si vas a venir conmigo ¡agarrate!’
Se largan los dos hacia el Puntal, no había amanecer en la ciudad. Y no saben si valen para bikear, pero quizá si que saben arriesgar.
Durante el acceso al minihollywood, kiko explica cual es el recorrido para el día. Avalos pregunta constantemente ‘¿estás seguro? ¿sabes el camino?’. Se dejaba llevar maldiciendo la hora en que apareció ese GPS.
Nada podía ocurrir. Subimos Sierra Alhamilla por la cara norte, si, por el cortijo de los Góngora.
‘¿Y bajamos por los baños?’. ¡Que va!, por la cara oeste. Al final salimos al Marraque.
En ese momento le cambia la cara a Avalos. Se va a la aventura a una ruta de la que las referencias que tiene son BRUTALES, y un descenso del que sólo hay una línea dibujada en un mapa, SIN REFERENCIAS FIABLES. ¡Apostemos por el MTB!
Con el máximo respeto al esfuerzo que vamos a realizar, nos alimentamos mucho y bien, nos hidratamos y comienzamos el ascenso… jajaja. Acabamos de empezar y ya nos da la risa.
Efectivamente, BRUTAL. No hay descanso y los desniveles en algunos tramos obligan a una concentración máxima sobre la bicicleta si quieres sacar toda la fuerza en cada pedalada. Pero todo tiene recompensa. El agua ha hecho bien su trabajo y el paisaje está precioso. Incluso atravesamos un mar de margaritas, bueno, avalos pilló la única zarza de ese mar, jaja.
Continuamos el ascenso y eso no afloja. Al revés, aprieta y nos pone contra las cuerdas. No vemos otra forma de salir de allí que pedalear fuerte mientras podamos.
Con un poco de retraso llegamos arriba. Hacía frío. Vamos que ahora va a ser lo mismo pero cabeza abajo, jaja.
El primer tramo es por pista, rápida y segura. Vamos por encima de la carretera que va a Tabernas y se divisa cercana Rioja. ¡Qué lujo!, pensábamos. Llegaremos pronto a casa.
Desde que dejamos la pista y cogimos el sendero, el camino se convirtió en una odisea. Los derrumbes de laderas eran continuos. Los surcos de torrentes de agua eran más que profundos. Las piedras estaban sueltas como si no quisiesen estar allí. Empezó a convertirse en desesperante. Como punto a favor diremos que sirve como entrenamiento de pericia y control de la bicicleta en entorno hostil, jeje.
Por fin el fin. El GPS marca izquierda, Avalos cree que derecha. Un puñado de colmenas a 50 metros confirman que kiko leyó mal el cacharro, y una abeja demasiado valiente los pone en el camino correcto. La semana pasada un toro y ésta una abeja, jaja.
Avalos llega rendido al asfalto y cada pedalada le cuesta un mundo. Es la deuda que tuvimos que pagar, y ya no tiene sentido abandonar.
No tenemos muy claro que hayamos perdido esta apuesta con el MTB, ni con Sierra Alhamilla…
NOS LATE EL CORAZON