MINI HOLLYWOOD- PUNTAL DE SIERRA ALHAMILLA- BAÑOS

Días como los del domingo hacen grande a este deporte. Rutas como ésta convierten en héroe a un dondebiker. Puede ser que a algún experimentado biciclista que nos lea le de la risa, pero a nosotros que aun somos unos novatos, lo de este domingo ha sido especial… mucho más.
Desde las primeras pedaladas en Almería, el respeto por la ruta estaba presente. 26 kilómetros de rodaje hasta el mini hollywood podían pesar en las piernas. Una hora y diez minutos que pasaron acordándonos de uno chiquitillo que prefirió la juerga a la bici. Buenas sensaciones al llegar, meadilla y vamos para arriba que esas antenas se ven muy lejos. Poblador avisa “me esperan dos horas de subida, tranquilos que se hace duro” Y la verdad que es duro. Desde el principio la bici se agarra a la carretera, hay que darle fuerte. Poblador sube a su ritmo y poco a poco cede terreno. Diego mantiene el tipo al que nos tiene acostumbrados últimamente, pero aún debe conocerse mejor sobre la bici. El calor y lo desastroso de la carretera dificultan la ruta un punto más. Que bonito se ve todo subiendo. La autovía serpentea entre el paisaje lunar casi hasta el infinito. Pero déjate de mirar el paisaje que lo que tienes delante es para verlo. Carretera estrecha y más y más dura.
“Ya no puedo mas”, con esas palabras Diego pone pie a tierra y se pone a respirar. Estaba exhausto. Y aún quedaban dos tercios de la subida… lo va a pasar mal. Poblador lo rebasa y a partir de ese momento vamos los tres separados. Si ya no puede ir peor, habrá que hacer un último esfuerzo.
Agüita para beber, agüita para la nuca. Menos mal que llegamos a una zona poblada de pinos que nos ayudan con el sol, pero no con la pendiente, ni con los agujeros de la carretera. No hay kilómetro de la subida que no merezca un adjetivo: duro, difícil, feo, cansado, liviano, bonito, expectante, rápido, clavado, mortal, ilusionante, cabrón, esperanzador y por supuesto final.
Suena el móvil y se quién es. Diego sufre, hace calor y aparecen molestias en la rodilla. Se vuelve. A Kiko le quedaba poco, eso creía él, y Poblador seguía a su ritmo, bien.
Y se llega. Allá arriba emergen colosas las antenas. ¡Cuánto me alegro de veros! Han sido 1h 40 min de locura.
Como un valiente aparece Pobaldor….”te dije que era dura, ¿eh?” Descansamos, comemos, descansamos, bebemos, fotos y a buscar ese camino que nos lleve a los baños.
El descenso esta guapísimo. No sabíamos por donde era y eso lo hacía mas emocionante. Hasta que nos perdimos. Lo que dijimos no se puede reproducir. Que putada subir un tramo hasta el desvío que dejamos atrás. Pero bueno, volvemos a lanzarnos observando abajo Almería, el río y las casas de los baños. Bonito descenso, si señor.
Necesitábamos agua. Necesitábamos acabar ya. Sobre el asfalto nos lo tomamos con tranquilidad, al viento en contra no le íbamos a retar.
¿Y qué habrá sido de Diego? Vaya paliza se pegó él también. Acumuló setenta y cinco kilómetros. El regreso en solitario con viento en contra. Él también es un héroe.
Se me olvidaba, la estrella que ganó Carlos la semana pasada, la ha perdido este domingo.
¡¡¡CÓMO ME GUSTA PEDALEAR CON USTEDES!!!

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